Los queridos campos de arándanos silvestres de Maine son el hogar de uno de los cultivos de frutas más importantes de Nueva Inglaterra, y los científicos han descubierto que se están calentando a un ritmo más rápido que el resto del estado.
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Esto sucede con los campos de bayas
El calentamiento de los campos de arándanos podría poner en peligro las bayas y los agricultores que las atendemos porque el aumento de las temperaturas ha traído pérdida de agua, según un grupo de científicos afiliados a la Universidad de Maine.
Los científicos analizaron 40 años de datos y encontraron que el estado experimentó un aumento de 1.1 grados Celsius (1.98 grados Fahrenheit) en la temperatura promedio, pero los campos de arándanos de Down East Maine experimentaron un aumento de 1.3 grados Celsius (2.34 grados Fahrenheit).
Esa diferencia aparentemente pequeña es significativa porque el aumento de las temperaturas podría conducir a déficits de agua que pongan en riesgo los arándanos, dijo Rafa Tasnim, candidato a doctorado en ecología y ciencias ambientales en UMaine y autor principal del estudio.
La falta de agua podría resultar en tamaños de cultivos más pequeños y arándanos que tienen menos probabilidades de sobrevivir para ser cosechados.