Además de la crisis económica y las consecuencias de la enfermedad, los hombres ahora tienen una razón más para cuidarse del COVID-19: el coronavirus podría ser de la impotencia sexual. La infección por este virus daña los vasos sanguíneos, y los vasos que suministran sangre al pene no son una excepción.
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Investigadores encontraron partículas de coronavirus en muestras de tejido del pene tomadas de dos pacientes que vivieron con COVID-19 y que se volvieron impotentes después de su infección, Ocurrió seis y ocho meses antes.
El pene también resulta dañado por el coronavirus
Un estudio adicional reveló evidencia de daño en los vasos sanguíneos en el pene de los pacientes con COVID-19, en comparación con otros dos hombres con disfunción eréctil que nunca se habían infectado, informaron los investigadores el 7 de mayo en el World Journal of Men's Health .
"Descubrimos que el virus afecta los vasos sanguíneos que irrigan el pene, causando disfunción eréctil", dijo el investigador principal, el Dr. Ranjith Ramasamy, director del programa de urología reproductiva de la Facultad de Medicina Miller de la Universidad de Miami. "Los propios vasos sanguíneos funcionan mal y no pueden proporcionar suficiente sangre para entrar en el pene y lograr una erección".
Ramasamy comparó esto con el daño orgánico en los pulmones, los riñones y el cerebro que se ha encontrado en pacientes con COVID-19.
"Creemos que el pene también podría verse afectado de manera similar", dijo Ramasamy. "No creemos que esto sea un efecto temporal. Creemos que esto podría ser permanente".
El nuevo informe se centró en dos pacientes con COVID-19 recuperados que se sometieron a una cirugía de prótesis de pene por su disfunción eréctil. Ambos hombres tenían una función eréctil normal antes de sus infecciones.
Ambos hombres todavía tenían partículas de COVID-19 en el tejido del pene, así como evidencia de disfunción endotelial, una condición en la que los revestimientos de los vasos sanguíneos pequeños no funcionan correctamente y no proporcionan un suministro de sangre adecuado a diferentes partes del cuerpo.
"Creo que esto probablemente no es algo que los hombres estén discutiendo en este momento con todas las cosas que están sucediendo", dijo Ramasamy. "Estoy bastante seguro de que en los próximos seis meses a un año probablemente tendremos una mejor idea de la verdadera prevalencia de la disfunción eréctil entre los hombres COVID positivos".
Tiene sentido que el COVID-19 pueda afectar a los hombres de esta manera, dada la capacidad del virus para causar inflamación y dañar los vasos sanguíneos, dijo el Dr. Ash Tewari, presidente de urología de la Escuela de Medicina Icahn en Mount Sinai, en la ciudad de Nueva York.
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