La Corte Suprema escuchará los argumentos del preso latino John Henry Ramírez el martes en un caso sobre si Texas debe permitir que un capellán ore de manera audible y toque a un prisionero durante una ejecución. John, de 37 años, estaba a punto de ser ejecutado la noche del 9 de septiembre cuando la Corte Suprema detuvo el operativo tres horas antes.
Las ejecuciones en Texas, el estado de pena de muerte más activo del país, se han retrasado mientras el tribunal considera la cuestión . El resultado no sacará a nadie del corredor de la muerte, pero podría aclarar qué adaptaciones religiosas deben hacer los funcionarios para los presos que están siendo ejecutados.
Escuchan argumentos del reo que pide que un pastor mientras lo ejecutan
El caso ante los jueces involucra a John Henry Ramírez, quien está en el corredor de la muerte por matar a un trabajador de una tienda de conveniencia de Corpus Christi durante un robo en 2004. Ramírez apuñaló al hombre, Pablo Castro, 29 veces y le robó 1,25 dólares.
Los abogados de Ramírez presentaron una demanda después de que Texas dijo que no permitiría que su ministro orara en voz alta y lo tocara mientras le administraban una inyección letal. Los tribunales inferiores se habían puesto del lado de Texas, pero la Corte Suprema detuvo su ejecución el 8 de septiembre para escuchar su caso.
Texas dice que el consejero espiritual de un recluso puede orar y aconsejar a un recluso hasta que lo lleven a la cámara de ejecución y lo sujeten en una camilla. Pero Texas dice que después de eso, mientras el consejero espiritual está cerca, no pueden hablar ni tocar al recluso.
“Un extraño que toque al recluso durante la inyección letal representa un riesgo inaceptable para la seguridad, la integridad y la solemnidad de la ejecución”, dijo Texas a los jueces .
Texas también dice que la solicitud de Ramírez es solo otro intento de retrasar su ejecución.
Los abogados de Ramírez, por su parte, le dicen a la corte que una ley federal que protege los derechos religiosos de los prisioneros requiere que el estado permita que el pastor de Ramírez ore de manera audible y le imponga las manos mientras es ejecutado.
“Estos ministerios están profundamente arraigados en las creencias religiosas sinceras del peticionario y reflejan la importancia fundamental de la oración, el canto y el toque humano como poderosas expresiones de la fe cristiana. Negarlos impone una carga sustancial al libre ejercicio de la religión del peticionario ”, han dicho al tribunal.
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