Bettina Lerman estuvo con un ventilador durante semanas después de contraer COVID-19 y no había respondido a los esfuerzos de los médicos para despertarla de un coma cuando su familia tomó la difícil decisión de sacarla del soporte vital.
Hicieron arreglos funerarios y eligieron su ataúd y lápida mientras se preparaban para despedirse, dijo su hijo Andrew Lerman.
Despertó cuando el ataúd ya estaba listo
El día que planearon retirarla del soporte vital, dijo Lerman, recibió una llamada de uno de sus médicos en Centro Médico de Maine en Portland.
"Él dice: 'Bueno, necesito que vengas aquí de inmediato'. Yo estaba como, 'OK, ¿qué pasa?'" Dijo Lerman. "Él dice: 'Bueno, no pasa nada. Tu madre se despertó'".
Lerman dijo que dejó caer el teléfono cuando recibió la noticia.
Más de 768.000 personas han muerto por COVID-19 en Estados Unidos desde el inicio de la pandemia, según Universidad Johns Hopkins. Los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades dice que el 58,9% de la población de EE.UU. está completamente vacunado.
Lerman dijo que su madre, que cumple 70 años en febrero, tenía una serie de afecciones de salud, incluida la diabetes, y tuvo un ataque cardíaco y una cirugía de bypass cuádruple hace un par de años.
Comenzó a mostrar síntomas de COVID-19 a principios de septiembre, fue diagnosticada cuando fue al hospital el 12 de septiembre y se puso el ventilador el 21, dijo.
Ella no estaba vacunada, pero había estado planeando vacunarse cuando se enfermó, dijo.
Su condición se deterioró y los médicos le dijeron a la familia que no se esperaba que se recuperara.
Han pasado unas tres semanas desde que se despertó el 29 de octubre, y una portavoz del hospital le dijo a CNN que está en estado grave. El hospital no pudo divulgar ninguna información adicional debido a las leyes de privacidad.
Lerman dijo que su madre no sufrió ninguna falla orgánica y que nadie realmente entiende cómo le está yendo tan bien.
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