Las autoridades de la ciudad de Heihe, China, anunciaron las medidas de confinamiento por rebrotes de COVID-19, lo que ya ha provocado el cierre de otras ciudades.
A través de un comunicado publicado en la red social WeChat, las autoridades confirmaron que algunos distritos serán considerados "de riesgo medio" de contagio.
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La ciudad cuenta con un millón y medio de habitantes y está en la zona fronteriza con Rusia, por lo que se une a las localidades Ejin y Lanzhou, las cuales fueron confinadas en los últimos días por un rebrote que ya tiene más de 340 casos activos.
En total, se han detectado casos en 14 de las 31 provincias de China, especialmente en el norte.
Algunas de las medidas son la restricción de salidas de complejos residenciales, en los que solo una persona puede salir cada dos días y están prohibidas las reuniones multitudinarias y los trabajos no esenciales.
Además, habrán controles en las carreteras para evitar la salida de residentes, así como la toma de temperatura y posesión del código QR que indica que no está infectado.
Por su parte, el gobierno de Pekín canceló cientos de vuelos y hasta bodas para frenar los contagios a solo tres meses del inicio de los Juegos Olímpicos de Invierno.
Los residentes deben "posponer las bodas, celebrar funerales cortos, no organizar banquetes y reducir las reuniones innecesarias", indicó el subdirector del centro de control de enfermedades, Pang Xinghuo.
El actual rebrote se detectó a mediados de octubre a raíz del viaje de un grupo de jubilados a zonas turísticas de las provincias de Gansu, Mongolia Interior (norte) y Shaanxi (centro) y, según las autoridades sanitarias, está causado por la variante delta, considerada más contagiosa.
Con información de EFE, Europa Press y AFP
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amv