Este miércoles, el papa Francisco aprobó el miércoles que se acredite un supuesto milagro por parte del papa Juan Pablo I, lo que supone un paso para la beatificación y posterior canonización, como lo marca la Iglesia católica.
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Lo singular de este papa fue que solo estuvo 33 días en el cargo, pues fue encontrado muerto en cama en su apartamento de Ciudad del Vaticano el 28 de septiembre de 1978. Había sido elegido pontífice el 26 de agosto de ese mismo año.
La muerte inesperada de Juan Pablo I, de 65 años, tan temprano en su papado, desató conjeturas de que había sido asesinado, según reporta la agencia AP.
Albino Luciani, apodado el “papa sonriente” por su comportamiento alegre en público, fue sucedido por el primer pontífice no italiano en siglos: el cardenal polaco Karol Wojtyla, quien se hizo llamar Juan Pablo II y que tuvo uno de los papados más largos de la Iglesia.
¿Qué milagro se le atribuye?
La intercesión que Francisco pidió acreditar se describió como la curación milagrosa de una niña en Argentina, con lo que avanzó la causa de la santidad.
El aval de Francisco en relación con la recuperación de la niña en 2011 posibilita la beatificación de Juan Pablo I, cuya fecha será posteriormente fijada por el actual máximo pontífice. La beatificación es la declaración del papa de que un difunto es digno de culto. El beato es el penúltimo paso en el camino de la canonización de la Iglesia católica.
El Vaticano dijo que la curación de la niña de 11 años ocurrió en Buenos Aires, el lugar de nacimiento del actual papa. La menor había padecido inflamación cerebral aguda, shock séptico y otros problemas graves de salud y los médicos la consideraron a punto de morir.
Un párroco asociado con el hospital que la cuidaba tomó “la iniciativa de invocar al papa Luciani”, dijo el Vaticano.
Después de la beatificación, debe ocurrir un segundo milagro que debe ser aprobado por el Vaticano para que Juan Pablo I sea declarado santo.
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CRS