Para inicios del 2024, la ciudad de Denver, Colorado, había pasado su pico de ocupación en los albergues temporales para los migrantes, los cuales llegaron a ser de hasta 5.200 personas, con el cupo siendo tanto que algunas familias tuvieron que quedarse afuera de él y pasar sus días en las calles, debajo de puentes, y en donde pudieran obtener un espacio para dormir y formarse cerca del albergue al día siguiente para obtener comida caliente.
Fue ante esto que el alcalde, Mike Johnston, ideó junto a las autoridades correspondientes un proyecto de integración enfocado a los migrantes a largo plazo. El apoyo brindado por ellos sería de seis meses, mismo tiempo que toma aprobar una solicitud de asilo y obtener un permiso de trabajo. La cuidad ha cambiado para bien y son ahora 865 beneficiarios, entre los que se incluyen 215 familias que han podido salir de las calles y comenzar su camino a una nueva vida.
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El objetivo del programa viene de que un gran número de personas estaba saliendo de los refugios y pasando a integrarse a nuestras comunidades aquí en Denver al mismo tiempo. Sabíamos que necesitábamos un programa que apoyase en especial a esas personas que todavía no calificaban para un permiso de trabajo y debían pedir asilo. Así que diseñamos esto para capitalizar el periodo de espera de seis meses para formar a quienes estaban aguardando su permiso de trabajo", comentó la directora del programa, Sarah Plastino.
Entre los principales cambios que hubo con este nuevo proyecto en la ciudad de Denver es que, en lugar de albergar a las personas y familias en habitaciones de hotel noche tras noche, se ubicaron viviendas temporales para los seis meses que debían esperar los migrantes y sus familias. Añadido a esto se comenzaron a entregar víveres y cupones para preparar comida en casa, lo cual bajaba el costo de utilizar la ayuda de contratistas o restaurantes.
Trabajando en conjunto con el Centro de los Trabajadores, se ofrecen clases de inglés para los migrantes y también capacitación laboral en las áreas de mayor demanda laboral, como son la hostelería y la construcción. “La ciudad vio lo que habíamos hecho y le llamó mucho la atención. Nosotros teníamos recursos limitados… Ahora ellos nos refieren a estos participantes y es como el mismo programa que estábamos llevando, pero con esteroides, porque tenemos el doble de recursos, más colaboradores e interés de las compañías, que están en contacto con el Departamento de Economía de la ciudad", comentó Mayra Juárez-Denis, directora ejecutiva de la organización.
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