El gobernador de Texas, Greg Abbott, emitió otra orden ejecutiva sobre inmigración, criticando la capacidad de las empresas de transporte privado para llevar a los migrantes recién llegados a refugios y posiblemente destinos finales.
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La orden restringe el transporte terrestre de los migrantes que "representan un riesgo de llevar COVID-19 a las comunidades de Texas" y se produce cuando aumenta el número de llegadas de familias migrantes y menores migrantes no acompañados a pesar del calor del verano.
“Esta orden ejecutiva reducirá el riesgo de exposición al COVID-19 en nuestras comunidades”, dijo Abbott, quien se postula para la reelección con el respaldo del ex presidente Donald Trump.
En contra respuesta, el fiscal general de los Estados Unidos, Merrick Garland, advirtió el jueves al gobernador Abbott, que "rescinda de inmediato" la nueva orden ejecutiva.
"La orden viola la ley federal en numerosos aspectos, y Texas no puede hacer cumplir legalmente la orden ejecutiva contra ningún funcionario federal o partes privadas que trabajen con Estados Unidos", dijo Garland a Abbott en una carta.
Agregó que si Texas continúa implementando las restricciones terrestres a los migrantes, entonces el Departamento de Justicia "buscará todos los remedios legales apropiados".
La carta de Garland llega apenas un día después de que Abbott firmó la orden, que establece que "ninguna persona, excepto un funcionario policial federal, estatal o local, deberá proporcionar transporte terrestre a un grupo de migrantes" que hayan sido detenidos por inmigración federal para cruzar la frontera
La última orden de Abbott parece estar enfocada en organizaciones sin fines de lucro legales y religiosas que ayudan a los migrantes con refugio mientras se abren camino hacia su familia lejos de la frontera de Texas.
No está claro si también afectaría a las empresas de transporte privadas, como las numerosas líneas de autobuses que atienden a los inmigrantes.
jos