México es una potencia media que puede y debe aprovechar la posición privilegiada en la que se encuentra, no solo geográficamente sino frente al reacomodo del orden comercial global pero debe ser estratégico para no “comprar” conflictos entre las dos economías más grandes del mundo que están en disputa, Estados Unidos y China además de tener una mayor cooperación para enfrentar desafíos globales como el cambio climático, el crimen organizado transnacional y las migraciones irregulares.
Estos fueron algunos de los planteamientos de expertos convocados por el Instituto Mexicano de Estudios Estratégicos en Seguridad y Defensa Nacionales para participar en los Diálogos sobre “Factores globales que inciden en la relación México – Estados Unidos. Economía y Seguridad hacia el año 2030”.
Durante su participación, Roberto Zapata Barradas, ex Embajador de México ante la Organización Mundial del Comercio (OMC) aseguró que las tensiones entre China y Estados Unidos, principales socios comerciales de México y cuyas economías son parte fundamental de la nuestra, van mucho más allá de lo comercial por lo que México debe ser muy estratégico.
“Estamos frente a un reordenamiento global y hay que poner atención en cómo se van a construir los consensos en el ámbito de las reglas comerciales hacia el futuro; nuestro rol como país debe ser estratégica y asertivo sabiendo leer la trayectoria de las relaciones entre China y EE.UU.”.
En entrevista con El Heraldo de México USA, Zapata Barradas resaltó que Estados Unidos es existencial para México pero China cada vez es más importante, de hecho, enfatizó, somos muy dependientes del país de la Tierra del Dragón.
“China está en el top cinco del mercado de exportación y es uno de nuestros principales proveedores de insumos. México exporta alrededor de 100 mil millones de dólares de China de los cuales una alta proporción, posiblemente un poco más del 80 % se trata de insumos que nuestro país incorpora a sus propios procesos productivos para posteriormente exportar sus manufacturas a otros mercados incluído Estados Unidos”
“Ambos son actores importantes en la política comercial de nuestro país; Estados Unidos es el principal socio comercial, es decir, desde el punto de vista de política comercial EE.UU. es existencial, México no puede vivir sin el acceso preferencial al mercado estadounidense y tiene que preservar ese acceso y tiene que formular estratégicamente su política exterior en función de eso y China es muy estratégico porque hace la competitividad de la planta manufacturera de México”, abundó.
México debe hacer una formulación de política exterior para evitar situarse en un escenario de tener que escoger. Como país, reiteró, México tiene la experiencia para jugar y evitar ponerse en una postura que le complique la vida en la que tenga que comprar pleito con uno o con el otro.
México puede navegar en esas aguas que van a ser turbulentas, advirtió, pero es posible, concluyó.
Necesaria mayor cooperación México-EE.UU. para enfrentar amenazas globales
Durante la conferencia inaugural de la mesa “Retos de la integración económica-comercial México-Estados Unidos”, el embajador de carrera Miguel Ruiz Cabañas, y columnista de El Heraldo de México, resaltó que México es una potencia media, al ser la doceava economía del mundo, al tener los recursos necesarios para la transición energética, ser el sexto país en recibir más inversiones y el segundo con mayor ingreso de remesas entre otros factores que favorecen a la nación.
Sin embargo también, dijo, como país enfrentamos grandes retos como la pobreza alimentaria, la desigualdad social, falta de innovación tecnológica y bajo crecimiento económico, el cual se ha situado en los últimos años en 1%, muy poco para un país de nuestras dimensiones, afirmó, además de temas como la violencia, el crimen organizado y la falta de un estado de derecho y de un desarrollo humano sostenible.
El experto en relaciones internacionales señaló que el desafío más importante que enfrenta México en el escenario global es estar en medio de la competencia hegemónica entre el vecino del norte y el país del centro.
“Por un lado somos vecinos, socios y aliados de Estados Unidos -no en el plano militar, aclaró-, pero China es el segundo socio comercial de México que está obligado a definir su estrategia y reglas del juego con ambas superpotencias.
Finalmente señaló que otros riesgos globales reales que México debe contemplar en la relación con Estados Unidos son el mayor control de las fronteras, el terrorismo, el cambio climático y la pérdida de biodiversidad.
Estos últimos, son amenazas globales, reales, cuyos efectos como las sequías prolongadas, olas de calor, escasez de agua pueden traer efectos sociales importantes.
“Crisis económicas, migraciones desesperadas, el estrés hídrico global y en el norte de México y sur de Estados Unidos puede provocar por lo menos fuertes discusiones bilaterales por la distribución de aguas escasas así como las crecientes migraciones irregulares que generan cada vez más rechazo en Estados Unidos y que pasan por México y el crimen trasnacional, son riesgos globales que exigen mucho mayor cooperación México-Estados Unidos a nivel bilateral, regional y a veces global en el marco de la Organización de Naciones Unidas”, puntualizó.