El huracán Beryl alertó a la zona del Caribe la semana pasada, este fin de semana arrasó con México y el inicio de esta semana sucumbió a Texas. Así fue el paso de este fenómeno natural que ha cobrado la vida de al menos una decena de personas, entre las que se encuentra María Loredo, una abuelita mexicana que radicaba en Houston y que ha pasado a mejor vida, así lo anuncian sus familiares, quienes vivían con ella y estuvieron en el momento del lamentable suceso.
Desde el oeste fue recorriendo todo el océano Atlántico hacia el noreste llegando así a parar hasta el Golfo de México. Llegando a categoría 5 fue que el Huracán Beryl se acercó a las costas del Caribe, donde experimentaron una gran devastación y al menos 10 muertes fueron registradas: en Granada fueron tres personas, mientras que en San Vidente y las Granadinas fueron otras dos, en Jamaica dos y en Venezuela tres más, esto según información de la agencia AP.
Afortunadamente al tocar tierra en los países ya mencionados fue disminuyendo su intensidad llegando así a bajas hasta categoría 2 conforme se acercaba a costas mexicanas. Tras tocar tierra en Cozumel y Cancún, alcanzó a convertirse en tormenta tropical a su llegada a Yucatán. Afortunadamente, las autoridades mexicanas no reportaron que, aunque hubo daños materiales y permanecen las fuertes lluvias, no se reportó ninguna baja en el país.
Huracan Beryl: en Texas hay 4 muertos
La trayectoria del huracán Beryl indicaba su llegada a Texas la mañana de este lunes, 8 de julio, y tal como se anticipada sucedió. Las primeras horas del día tocó tierra estando en categoría 1 causando así daños materiales de miles de casas por los árboles caídos, lo que de también provocó que quedaran sin servicios eléctricos. Habitantes en Houston, Freeport, Corpus Christi y Galveston fueron los más afectados por las ráfagas de viento de más de 140km/h.
En Texas se reportaron 4 muertos, entre los que se incluyen dos personas de edad avanzada, un hombre de 53 años y una mujer de 74 años llamada María Loredo. Esta última era mexicana, oriunda de Tamaulipas, aunque tenía muchos años viviendo en el norte de Houston, Texas. Vivía con su hijo, su nuera y sus nietos, quienes estaban en la casa esperando a que la abuelita despertara para bajar a la primera planta para desayunar juntos. El equipo que llegó a su llamado de auxilio aseguró que “no sintió” nada, pues, podría haber estado dormida aun cuando un árbol gigante cayó sobre su casa.