Como parte de una investigación especial de 'El Heraldo USA' en colaboración con el prestigioso periodista Javier Solórzano, las historias de mexicanos en Estados Unidos están cobrando fuerza, ello, para destacar la importancia de esta comunidad en cuestiones de economía americana. A través del programa ‘Referente de la Noche,’ Solórzano contó de su reciente investigación en Chicago, en donde conoció a ‘Don Adolfo’ un tradicional tendero mexicano que encontró éxito y seguridad en ‘La Villita.’
La historia de Don Adolfo: un tendero mexicano que triunfó en Chicago
Originario de Acámbaro, en Guanajuato, el señor Adolfo Soto llegó a Estados Unidos desde hace 40 años. Y como muchos mexicanos, Soto llegó sin ninguna oferta de empleo, con poco presupuesto, y obligado por las circunstancias. Desde que tenía 20 años, Adolfo fue testigo y víctima directa de la inseguridad en México. Por ello, pese al gran amor que sentía por su Tierra, decidió migrar junto a su esposa y establecerse en la ciudad de Chicago.
Adolfo cuenta ya con 60 años de edad, con un negocio sólido en la famosa zona de 'La Villita,' y hasta con la residencia permanente; un documento que, por fortuna, le permite ir y venir con libertad entre México y Estados Unidos. Sin embargo, mientras Javier Solórzano se adentra en la tradicional tiendita de Don Adolfo para hablar más de sus orígenes en México, el guanajuatense cuenta con semblante triste por qué nunca ha considerado regresar a Guanajuato:
La última vez que visité (México) por allá del 2016 o 2017, a mí me robaron. No llevaba dinero casi, pero, ¿a qué le tiro? (...) Yo sí intenté poner un local allá en el rancho. Pero todavía ni acababa de poner mi tienda, y me pidieron 'derecho de piso.' Si tan sólo dejaran trabajar, uno podría generar empleos allá, pero la cosa es que no dejan. Hay mucha gente que quiere trabajar y quedarse en su casa en México, pero no es posible.
Don Adolfo añade también que fue testigo de la corrupción y de la impunidad. Ya que muchas de las autoridades en México presuntamente están coludidas con organizaciones del crimen organizado, los mexicanos como Adolfo temen por su seguridad en todo momento, incluso cuando piden ayuda y dan todas las pruebas para que proceda su denuncia. Por su parte, Solórzano dice sentirse particularmente descorazonado con la historia del Sr. Soto, ello, por una simple premisa: él SÍ quería quedarse en México, pero no pudo.
Aún así y por fortuna para Adolfo, hoy día vive tranquilo tras sus terribles experiencias como víctima de robo y violencia. En la actualidad, lleva la tradición mexicana a través de una típica 'tiendita de la esquina' en plena Calle 26 de Illinois (dentro de la mencionada zona 'La Villita,' predominada por negocios mexicanos.) Como curiosidad extra, el paisano guanajuatense contó que su negocio en Chicago empezó con la venta de mangos, frutas que llegó a comprar a sobreprecio debido al valor del dólar hace 40 años, pero que, seguramente, eran de origen mexicano.