Será el próximo mes de noviembre cuando la nación de los Estados Unidos tenga a un nuevo mandatario a lo largo de los siguientes cuatro años, pues tanto demócratas como republicanos están a la búsqueda de hacerse de la Casa Blanca, y de acuerdo con las estadísticas, nuevamente Joe Biden y Donald Trump se volverán a enfrentar para definir el destino de la nación más importante del mundo, pero ¿y la Primera Dama?
Recordemos que en más de una ocasión, la figura de la Primera Dama ha sido de vital importancia para el mandato desde La Casa Blanca, pues este papel lo han llevado mujeres fuertes, hermosas y brillantes a lo largo de la historia del país, pero sin duda alguna, hubo una en particular que dejó un legado mucho más allá de las fronteras de los Estados Unidos, y el mundo la tienen catalogada como una de las máximas defensoras de los derechos humanos.
Estamos hablando de nada más y nada menos que Eleanor Roosevelt, quien desde el 4 de marzo de 1933 hasta el 12 de abril de 1945, tomó el papel de la Primera Dama de la nación al ser la esposa del mandatario Franklin D. Roosevelt, el presidente número 32 del país norteamericano y que claramente su legado quedó opacado por lo bien que hizo las cosas su esposa desde la Casa Blanca.
La mujer nació en el estado de Nueva York el 11 de octubre de 1884 y murió el 7 de noviembre de 1962 a los 70 años de edad y dejando tras ella uno de los legados más importantes de todo el mundo, por lo que no sólo el papel como la pareja del presidente de la nación empezó a tener mucho más relevancia, sino a la vez logró lo que muy pocas mujeres creían conseguir y esto es lo que tienes que saber al respecto.
¿Quién es Eleanor Roosevelt?
La más importante mujer de la historia de los Estados Unidos fue una escritora, activista y política estadounidense, que además de haber sido la Primera Dama durante los cuatro períodos presidenciales de su esposo Franklin D. Roosevelt, y quien sin duda alguna, dejó una huella en los Derechos Humanos al ser delegada de los Estados Unidos en la Asamblea General de las Naciones Unidas de 1945 a 1952.
Y es que la mujer fue muy respetada desde sus inicios pues era una controvertida Primera Dama debido a su franqueza, particularmente en lo que respecta a los derechos civiles de los afroestadounidenses, por lo que Harry S. Truman posteriormente la llamó la ‘Primera Dama del Mundo’ por sus avances en materia de derechos humanos, y además presidió la Comisión Presidencial sobre el Estatus de la Mujer de la administración de John F. Kennedy, siendo signataria de la ‘Carta abierta a las mujeres del mundo’.
GBR.