P. Diddy se quedará en prisión preventiva: jueza le niega fianza de 50 millones de dólares

Tras su arresto durante el pasado lunes 16 de septiembre, el rapero Sean “Diddy” Combs (también conocido como Puff Daddy o P. Diddy) permanecerá bajo custodia en prisión preventiva luego de que la jueza Robyn Tarnofsky le negara la libertad bajo fianza. Según los informes emitidos tanto por autoridades como por representates de la defensa de Combs, éste fue acusado de asociación ilícita y tráfico sexual en Nueva York, así como de múltiples agresiones en contra de muchas mujeres desde hace años. 

P. Diddy permanecerá en prisión preventiva tras haberle sido negada la fianza

Hasta el momento, los nuevos cargos contra Sean “Diddy” Combs forman parte de una extensa denuncia de 14 páginas. Y dado que la jueza a cargo del caso consideró que los delitos son "lo bastante graves como para ocurrir a puertas cerradas," afirmó que era peligroso que el rapero siguiera su proceso judicial en libertad, principalmente, debido a su potencial "agresividad y riesgo de fuga." Por lo tanto, negó la fianza de 50 millones de dólares propuesta por el equipo de abogados de Puff Daddy.

Ante ésta decisión, uno de los abogados principales de Sean “Diddy” Combs, Marc Agnifilo, aseguró que él y su equipo apelarán la decisión de retener a su cliente: «Limpiaremos su nombre y vamos a estar a su lado mientras él lo desee. Creemos en él de todo corazón.» Por su parte, en la comparecencia ante la jueza Robyn Tarnofsky, los informes destacan que el también magnate del hip hop permaneció en silencio al escuchar el fallo que le negó la fianza; previamente, P. Diddy se declaró "inocente" de todos los cargos de conspiración, de tráfico sexual y de crimen organizado.

Mientras tanto, un día después del arresto, el pasado martes 17 de septiembre, el fiscal del distrito sur de Nueva York, Damian Williams, presentó los cargos específicos contra Sean “Diddy” Combs. En su intervención, Williams recordó que entre el año 2008 y la actualidad, P. Diddy abusó, amenazó y coaccionó a múltiples víctimas para satisfacer sus deseos sexuales, a la vez que las amenazaba para proteger su reputación; provocando lesiones que tardaron en sanar tanto a nivel físico como emocional:

«Sean Combs dirigió y participó en una conspiración de asociación ilícita que utilizó el imperio empresarial que controlaba para llevar a cabo sus respectivas actividades delictivas, incluidos el tráfico sexual, los trabajos forzados, los secuestros, ciertos incendios provocados, sobornos y obstrucción de la justicia (...) Desde hace varios años, Combs utiliza a otros para ayudar a ocultar sus abusos.»

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