A un año del divorcio entre Joe Manganiello y Sofía Vergara, las interrogantes sobre su 'ensoñada' relación y su repentino rompimiento siguen en el aire. Y es que por al menos siete años contínuos, la pareja fue una de las más sólidas del espectáculo hollywoodense; así que cuando la colombiana confirmó su inminente separación, varios de sus seguidores se sintieron tristes y decepcionados.
En su momento, Sofía declaró que la ruptura se había dado porque Joe deseaba tener un hijo, pero ella no quería ser una "madre mayor" debido a los riesgos para su salud. Pese a esta afirmación, Manganiello salió a 'limpiar su imagen,' asegurando que esa no había sido la razón del quiebre.
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Hace unos meses, Sofía Vergara dio la versión de su divorcio a la revista 'People,' asegurando que el motivo de su separación fue el deseo de Joe Manganiello por tener un hijo con ella. Y dado que Vergara ya tenía "más ganas de ser abuela que madre," la situación se tornó tensa e irremediable. Ahora, para refutar la versión de la colombiana, Joe explicó sus razones en entrevista con la revista 'Men's Journal,' afirmando que la falta de un hijo no fue el detonante para "el desastre:"
«Eso no es cierto. Sí intentamos tener familia durante el primer año y medio de casados. Y tuvimos una gran conversación al empezar a salir, durante el primer mes de noviazgo. Dije: ‘Si ya no quieres tener hijos, lo entiendo. Sólo dímelo, y sabré de qué se trata, y está bien’. Pero ese no fue el caso con ella (...) Le juré que nunca me iría si no teníamos un bebé y así fue (...) No fue inevitablemente por eso que todo terminó. Fue porque dos personas se distanciaron, y a veces eso pasa.»
Tras el divorcio, Sofía Vergara rehizo su vida con el prestigioso doctor Justin Saliman, y por su parte, Joe Manganiello está saliendo con la actriz estadounidense Caitlin O’Connor. Y si bien no puede decirse que haya rencores de por medio entre los ex esposos, Joe reiteró que le molestaba la manera en que los medios estaban manejando su imagen: «Que me pintaran como si yo hubiera tenido una especie de crisis de mediana edad, y después de nueve años me hubiera dirigido a alguien y le hubiera dado un ultimátum (...) Yo nunca fui así.»