Kim Kardashian se encuentra en medio de una polémica nuevamente, después varias semanas de haber asistido al Met Gala 2022, es señalada nuevamente por la prenda que lució.
Recordemos que en la pasada edición del evento más importante del año en cuanto a moda y celebridades, la estrella se robó las miradas de todos por el icónico vestido que usó.
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La socialité decidió lucir sus curvas con el emblemático vestido de Marilyn Monroe que a su vez, utilizó en el cumpleaños 45 del entonces presidente John F. Kennedy.
Ahora, la popular estrella es señalada por romper y haberle causado un daño a la histórica prenda a raíz de una fotografía que se ha hecho viral en redes.
La semana pasada, el coleccionista Scott Fortner encargó capturar los recuerdos de la destacada actriz de Hollywood para autentificarlos y verificarlos.
Fue a través de una de estas fotografías por lo que se dio a conocer los posibles daños al vestido, tales como la tela estirada, casi rota en la parte de la cremallera.
Además del evidente desgaste de la tela, también se puede observar que cristales faltantes, pues es notoria su ausencia, mientras que otros están colgando del hilo.
Fue así como el dueño original de la prenda, Fortner, acusó sobre los desperfectos que tiene el vestido después de haber sido sacado del Museo Ripley Believe It or Not!.
“Tan comprometidos con mantener ‘la integridad del vestido y su preservación’, ¿valió la pena?”, indicó a través de fotografías en su cuenta de Instagram.
Esto podría indicar que la más famosa de la familia Kardashian forzó la parte de la cremallera, aunque aseguran que no se hicieron modificaciones, pues Kim lo usó por unos minutos y también utilizó una réplica.
Recordemos, que la empresaria también generó muchas críticas no solo por el uso del vestido, sino también lo que tuvo que hacer para poder portarlo, pues bajó siete kilos en solo tres semanas.
Asimismo, el vestido tiene características específicas para su conservación, pues se encuentra en un ambiente con temperatura controlada desde 2016.
Ante las pasadas críticas, la dueña de SKIMS aseguró que: “Soy extremadamente respetuosa con el vestido y lo que significa para la historia estadounidense”, dijo. “Nunca me gustaría sentarme en él o comer en él o correr el riesgo de dañarlo, y no usaré el tipo de maquillaje corporal que suelo usar”.
amv