Desde hace algunos días, y en medio de la llegada de su cumpleaños número 50, la actriz Adamari López ha dejado con la boca abierta a todos con su impresionante transformación, en la que muestra que decidió dar paso a la vida fitness, algo que ya está rindiendo sus frutos.
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Sin embargo, no todo es miel sobre hojuelas para ella, pues a lo largo de su camino ha pasado por duras pruebas que casi le han costado la vida, pero de las cuales a logrado sobreponerse para convertirse en la mujer que es hoy.
Sobreviviente de cáncer
Un lamentable suceso trastocó el medio del espectáculo en 2005 al conocerse que Adamari López tenía cáncer de mamá, un hecho que le tomó por sorpresa pues su familia no tenía antecedentes.
“En mi familia nadie había tenido cáncer, así que la noticia fue difícil y me tomó de sorpresa. Pero después de consultar a diferentes médicos, elegí que me operaran para quitarme el seno y poder seguir adelante con mi vida. Contaba con el amor y el apoyo de mi familia. Eso fue vital y esencial para mí. Después, recibí quimioterapia”, contó a la revista de los Institutos Nacionales de la Salud de los Estados Unidos.
“El diagnóstico de cáncer no es un sinónimo de muerte. Es un sinónimo de lucha, de búsqueda de fuerza y de aprender a disfrutar de todo lo que la vida nos ofrece”, agregó.
Ella es ejemplo de una lucha incansable por la que se aferró a la vida y venció la enfermedad.
Su batalla contra la influenza
Ya recuperada de cáncer, Adamari vio vulnerada su salud una vez más algunos años después, esta vez por la influenza.
Fue en 2018 cuando esa enfermedad la llevó al borde de la muerte ya que la afectó mucho, por lo que tuvo que ser internada en un hospital, donde pasó semanas intubada y bajo coma inducido.
“Después de que entré al hospital yo no recuerdo nada de lo que pasó, todas esas tres semanas que viví ahí, he visto fotos y videos que me dejan perpleja de saber que estuve en coma, postrada en una cama boca abajo, tratando de que mis pulmones se recuperaran, intubada, con coma inducido, o sea, en una condición que jamás me pensé ver”, narró la conductora a Telemundo.
En esa ocasión, la presentadora recordó que en lo único en que pensaba al despertar de la terapia intensiva era en su hija Alaïa Costa, fruto de su relación con su pareja Toni Costa, quien fue su gran motor para salir adelante.
Afortunadamente, la puertorriqueña también logró salir de esa adversidad y hoy, unos años después, Adamari López luce más feliz y sana que nunca, con muchos proyectos por delante a su medio siglo de vida.
CRS