Elon Musk solicitó suspender la celebración del juicio contra Twitter mientras afina los últimos detalles para adquirir la red social en los términos pactados originalmente.
Los abogados del magnate remitieron un escrito al Tribunal de Equidad de Delaware argumentando que, después de que esta semana comunicaron a Twitter su decisión de proceder con la compra por los 44 mil millones de dólares acordados, no hay motivo para continuar con el proceso.
En el documento, la defensa del CEO de Tesla explicó que está previsto que la adquisición se complete aproximadamente el 28 de octubre, una vez que Musk haya obtenido la financiación necesaria para la compra.
No da marcha atrás
Sin embargo, Twitter solicitó a la corte que proceda con el juicio programado para el próximo 17 de octubre, alegando que el multimillonario se rehúsa a aceptar las "obligaciones contractuales" de su acuerdo.
Ayer la jueza encargada del caso, Kathaleen McCormick, ya confirmó que por el momento los preparativos del juicio siguen adelante.
"Twitter no acepta un sí por respuesta. Sorprendentemente, han insistido en continuar con este litigio, poniendo imprudentemente en peligro el acuerdo y jugando con los intereses de sus accionistas", señalaron los abogados del dueño de Space X.
La defensa de Musk insistió en que no hay motivos para pensar que su cliente no va a obtener de los bancos los fondos que necesita para completar la operación.
Los letrados aseguraron que seguir adelante con el juicio sería un "enorme desperdicio de recursos" y lamentaron que con su decisión, Twitter "ponga en peligro la transacción jugando con los intereses de los accionistas".
¿Por qué Musk aceptó la compra?
La decisión de retomar la compra de Twitter al precio de 54,20 dólares por acción llegó después de que el magnate tratara de obtener un descuento de hasta un 30%, según medios estadounidenses.
De acuerdo con The New York Times, en las últimas semanas las dos partes mantuvieron conversaciones centradas en una reducción del precio de alrededor de un 10%, pero no se llegó a un acuerdo y Musk optó por aceptar los términos originales para evitar llegar a juicio en el que, según numerosos expertos, llevaba las de perder.
Ahora el gran problema es la financiación de la operación, pues el hombre más rico del mundo había negociado con varios bancos para que le ayudaran a pagar la compra y está por ver si ese compromiso se mantiene o si las entidades exigen otras condiciones.