El C-5M Super Galaxy, considerado como el mayor avión de la Fuerza Aérea de los Estados Unidos, participó en una serie de ejercicios para probar contramedidas defensivas, en donde cada noche de las últimas dos semanas volaba sobre el rango de pruebas en Eglin, en Florida, y lanzaba más de 15 bengalas nocturnas que sirven para distraer a misiles antiaéreos enemigos.
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El gigante de 75 metros de largo y 68 de envergadura voló a 450 metros de altura y a una velocidad de 630 kilómetros por hora para realizar las pruebas del Escuadrón de Evaluación y Prueba del Comando de Movilidad Aérea, cuyo objetivo era aumentar la supervivencia de las aeronaves y la tripulación en combate mediante la evaluación y el despliegue de capacidades mejoradas de sistemas defensivos, según un comunicado de la Fuerza Aérea estadounidense.
Este proceso se repitió varias veces desde diferentes puntos de entrada y ángulos durante la noche.
“Hay situaciones raras en las que la aeronave hace estallar bengalas”, dijo el Capitán Bryan Chanson, noveno piloto de AS.
“La tripulación generalmente se concentra en volar o alejarse de la amenaza potencial y esperar que las bengalas hagan su trabajo previsto. Las pruebas nos permitieron ganar conciencia de la situación para concentrarnos en la dispensación de bengalas en un entorno seguro".
Estas y otras contramedidas se utilizan ante los sistemas portátiles de defensa aérea y misiles tierra-aire guiados por infrarrojos.
Las bengalas son fuentes de calor de alta temperatura que se utilizan para engañar a los buscadores de calor de las ojivas de misiles tierra-aire o aire-aire.
La prueba del C-5 fue solo el comienzo de un programa de prueba de dos meses, en donde hasta finales de junio, el 96º Grupo de Prueba del Ciberespacio ejecutará ejercicios de bengalas en cuatro aviones más.
Tras este periodo de ejercicios aéreos defensivos, los directores de pruebas proporcionarán un análisis detallado de los resultados una vez que completen su evaluación, concluye el comunicado de la Fuerza Aérea.
CRS